Asociación para la Solidaridad

Bea y Noelia: Mi corazón está confundido

12 horas separaban a San Salvador de Managua, 4 fronteras que cruzar y cuando vas entrando por Nicaragua, su carretera empieza a hablarte de terremotos y de infraestructuras dañadas. Hemos llegado al país más pobre de Centro América después de Haití.

Aunque Noe y yo estamos encantadas, esto es muy tranquilo, podemos andar con normalidad por la calle, y no hay que estar alerta todo el tiempo, no hemos visto apenas armas y aquí si te asaltan -que no va a ser el caso- no te matan, con lo cual estamos súper tranquilas. Ya he ojeado el periodico y ningún asesinato, nadie acribillado, ni rastro de narcotraficantes… Vamos, lo que os digo, una bendición de país.

Entonces, ¿qué le pasa a Nicaragua? A parte de los continuos temblores, el terremoto de la decada de los 70 destruyó toda la ciudad de Managua. En la capital hay muchas calles sin asfaltar, los numerosos lagos y la falta de infraestructura hacen que si llueva mucho, muchas chabolas, miles queden destruidas. La sanidad es casi inexistente. El Mitch también apareció por aquí… En fin.

Algo más de historia. Aquí hubo un dictador, Anastasio Somoza, y luego la revolución sandinista, que os sonará, ahora gobierna Daniel Ortega, político corrupto que compra al pueblo dándole frijoles, gobierna tipo Hugo Chávez. Si te afilias a su partido te ponen una parabólica. Decepcionado Y está la gente descalza en sus casas, sin nada, pero con la parabolica. ¡Un gran político! Y un país cansado de guerras civiles, donde también han muerto miles y miles de personas. Hace un año un sacerdote comenzó a denunciar y fue asesinado, no se sabe por quién…

Mi corazón está confundido, está sufriendo mucho en este viaje, no sé como expresar y contaros tanto sufrimiento. Aquí también tenemos «rieles»o «bordos» o hileras e hileras de chabolas, niños y más niños con la barriga regordeta, casas de «mentiras»…que me dejan sin palabras, y que sigo y no alcanzo a comprender tantas y tantas injusticias que hoy no quiero contar. Estoy cansada, de verdad, ¿cómo es esto posible?

Pero por otro lado, no deja de palpitar, no deja de encontrarse a comunidades con miembros que dan todos sus dones y lo ponen al servicio  de la comunidad. En la comunidad hay 3 sacerdotes aunque ahora solo hay 2, geniales, jóvenes comprometidos que no paran de hacer cosas y que son cercanos a todas las personas que día tras día llegan.

Hay una clínica que financió AS, y que funcionan gracias a 2 médicos, 2 enfremeras, secretaria, atención a la farmacia, que dedican casi voluntariamente el tiempo en servicio de los que no tienen nada. Atienden a unas 40 personas diarias. Ayer estuve toda la mañana allí en la farmacia y fue una experiencia reconfortante. Me encanta ver como con la ayuda de todos hacemos grandes cosas y como desde aquí se dejan la piel con los proyectos que financiamos.

Como siempre nos han acogido genial, la gente se vuelca con nosotros y ésta es una comunidad grandísima. Aqui tenemos pendientes 2 proyectos, nos reunimos con ellos ayer y estuvimos revisando todo. Nos van a proponer más proyectos, a ver como vamos a recaudar tanto dinero, habrá que ir pensando. Noe no para de atender a gente que busca un «psicólogo» o vomitar los problemas que tienen.

Algo divertido. Ayer al finalizar la misa conté el chiste del autobusero y me encontré con 60 personas mirandome atónitos… ¡Qué risa! La única que se rió fue Noelia, ¡qué risa! Debía haber dicho chofero.

Bueno os dejo hoy una canción que nos pusieron los sacerdotes de aquí…y que las imágenes podrían ser de cualquier pais que he visitado.

Noe y Bea