Miguel Ángel Moreno, Madrid
El pasado 13 de diciembre en la madrileña parroquia de San Gerardo, los villancicos sonaron a fiesta, tradición, juventud, madurez, alegría, ABBA y, sobre todo, a solidaridad, la demostrada por todos los participantes en el Festival de Villancicos que cada año se celebra en esta parroquia a beneficio de la Campaña de Navidad de nuestra ONGD.
Los sones de los diferentes grupos parroquiales para celebrar la llegada de la Navidad tuvieron matices de todos los tipos, comenzando por la madurez ‘gamberra’ del ‘colegio de los niños de misa de una’, compuesto por el coro más veterano de la parroquia, que sorprendió a propios y extraños con una divertida representación. A los más mayores siguieron prácticamente los más jóvenes: los miembros del grupo ALCES, que llenaron de color el templo con sus pelucas y su canción navideña, tomada del grupo sueco ABBA.
La cara más social y comprometida de la parroquia, la del grupo local de Cáritas, también contribuyó con su villancico, al que siguieron los ‘monjes’ del grupo Amigos de San Gerardo, que nos mostraron un villancico con sorpresas y algún que otro religioso muy rítmico.
Tras el bailable villancico del grupo de confirmación Adolescentes llegó de nuevo ABBA al Festival, esta vez encarnado por los miembros del Grupo Familiar SANGE, que ya tiene acostumbrados a todos los asistentes a puestas en escena espectaculares, que en este caso incluyeron una presentación rigurosamente setentera, disfraces y pelucas incluidas.
Después de su villancico, el de un grupo que además de participar se encarga cada año de la organización del certamen, Samuel Escudero de AS Madrid-San Gerardo se encargó de presentar los proyectos de la Campaña de Navidad de este año. Simultáneamente, se realizaba una colecta destinada a ellos, y se recordaba el resto de actividades que se realizarían en la parroquia durante todo el periodo navideño.
Una bonita actuación improvisada madre-hija dio paso a la segunda parte del Festival, en la que la Coral Mater Domini se sumó a la fiesta haciendo hasta una innovación en su habitual vestuario.
Los niños de Catequesis de Primera Comunión, con un villancico basado en el color, el movimiento y la colaboración de gran parte del público, cerraron un gran espectáculo navideño y solidario, que año tras año va superándose en participación, alegría y fraternidad parroquial.
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